Deshollinar las chimeneas de leña
Las chimeneas de leña requieren una serie de operaciones de
mantenimiento que necesitan llevarse a cabo una o dos veces al año. Entre estas
operaciones está el deshollinado, una tarea que, aunque pudiera parecer menor,
es importante por varias razones.
1)Evita o minimiza el
peligro de incendio, ya que elimina los depósitos adheridos que podrían
terminar por arder. De hecho, el riesgo de incendio se incrementa
exponencialmente en aquellas chimeneas en las que no se realizan tareas
regulares de limpieza.
2)Supone un
importante ahorro, ya que la suciedad acumulada reduce el rendimiento y la
vida útil de las chimeneas de leña.
3)Preserva el medio
ambiente, ya que el hollín acumulado favorece la contaminación, efecto que,
multiplicado por los miles y miles de chimeneas de leña existentes, terminaría
por perjudicar de forma notable la calidad del aire
4)Evita las
intoxicaciones, ya que las chimeneas de leña producen emisiones que se
acumulan y esta suciedad provoca que los
gases de combustión no puedan evacuarse de forma adecuada, favoreciendo el
peligro de intoxicación por monóxido de carbono.
Las chimeneas de leña necesitas deshollinarse
Aunque la figura del deshollinador pueda parecer forma parte
del pasado, ya vemos que en absoluto es así. Hoy estos profesionales han
cambiado sus métodos y cuentan con herramientas más modernas y eficaces para
llevar a cabo su labor, pero ésta continúa siendo tan necesaria como siempre.
Todos los propietarios de chimeneas de leña deberían
asegurarse, tras adquirirlas, de contactar con una empresa especializada en la
realización de estas tareas, que, como hemos visto, resultan imprescindibles.
Por tanto, la respuesta a la pregunta inicial es clara ¿Es
necesario deshollinar las chimeneas de leña? Sí, y al menos una o dos veces al
año. De esta forma su familia evitará riesgos y todos en general nos
beneficiaremos de un mejor medio ambiente.
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